En 1971 la UNESCO inició el camino de conservación sostenible de los recursos naturales. Se crearon así lugares que cumplen con un programa HOMBRE Y BIOSFERA (MaB en inglés). En España están respaldados por la Ley 42/2007. Es un programa intergubernamental que se gobierna por un Consejo de Coordinación constituido por 34 países de forma rotatoria. Son lugares especiales de aprendizaje, intercambios, y una población comprometida con los recursos que posee. Son los llamados Reserva de la Biosfera. En 2009 existían 553 espacios en 107 países. España cuenta con 40 Reservas de la Biosfera en 15 de las 17 comunidades autónomas, dos de las reservas son transfronterizas, y una es intercontinental, y ocupamos el tercer lugar en el mundo.
Las directrices y normas aplicables corresponden a una ordenación espacial con los objetivos de preservar la diversidad biológica y los ecosistemas, la integración con las zonas núcleos a través de un uso y gestión específico. Y la incentivación del desarrollo socioeconómico para la mejora del bienestar de la población. Son en total 4.043.316 de hectáreas.
Seguramente esta declaración de espacios naturales, ricos en biodiversidad, han generado diversas contradicciones a aquellos que pretenden el desarrollo intensivo.
Mi opinión es que poseemos, en la Provincia de León y en España, una reserva que podemos comparar con una explotación de piedras preciosas. Con el beneficio que todo está expuesto, es decir tenemos los paisajes, los ejemplares arbóreos, la variedad de flora y fauna, los ríos y embalses, y la calidad medioambiental, que para lograrlo se necesitan millones de años, y una ubicación geográfica que nos permite disfrutar en el día a día, a los que vivimos en ella.
La posibilidad de habitar en estos espacios, o al menos conocerlos y vivirlos, hace a nuestra calidad de vida que es uno de los objetivos de la Reserva.
En cada una de ellas se han desarrollado diversas experiencias, y generalmente ligadas a la conservación pero con la posibilidad de generar empleo.
Por ejemplo controlar la expansión de un helecho proveniente del continente americano con métodos de bajo impacto (embarcaciones tradicionales) en la reserva de Biosfera de Terras Do Miño (Galicia), o contratos agrarios en la Reserva de la Biosfera de Menorca, para lograr la explotación a través de prácticas sostenibles, y mantener las señas de identidad y atractivos turísticos.
En nuestra Reserva de Biosfera del Alto Bernesga, uno de los varios programas ejecutados, fue el de lucha contra la despoblación, con la inserción socio laboral de las mujeres rurales. Con la formación, capacitación e inserción de empresarias o emprendedoras. Y la posibilidad de atracción de inversiones públicas o privadas y que sirviera de experiencia de implantación en otras Reservas de la Biosfera.
Llevado a cabo por el Ayuntamiento de La Pola de Gordón en colaboración con la Fundación Biodiversidad.
El objetivo de las experiencias ejecutadas, es restaurar, y recuperar los espacios y sus componentes, flora, fauna, etc., severamente intervenidos, y concienciar a la población en la conservación de la biodiversidad. Pero además es crear actividades muy relacionadas con la naturaleza, los paisajes, el medio ambiente, y la utilización de todos ellos en el mantenimiento de actividades, que abren un abanico de posibilidades. Por ejemplo, ¿cuántos de nosotros conocemos las pistas de Esquí de Sierra Nevada, en Granada o San Isidro en León?. Ahora bien ¿conocemos uno de los árboles de más de 500 años que vive entre nosotros?.
Seguramente el desconocimiento de esta última nos llama la atención. Está en uno de los bosques mejor cuidados y protegidos de España, Premio 2007, otorgado por el Ministerio de Medio Ambiente y la ONG Bosques sin fronteras, gracias al empeño de la población, la Asociación Amigos del Faedo, (Adelfa); la asociación (AMPA) del Colegio Público San Miguel Arcángel de Ciñera; y es El Faedo en Ciñera, provincia de León.(Faedo/Hayedo: Un lugar en el mundo) . ver más información aquí y aquí.
En este bosque, existen otros tantos ejemplares con más de 100 años, y es uno de los lugares naturales, próximos, accesibles, con puentes colgantes, hoces labradas por el agua durante siglos, y encinares, rebollares y hayedos, además de arroyos y ríos como el Bernesga. Es una comarca que fue un fondo marino de poca profundidad (era paleozoica) que ha generado dos tipos de roca las detríticas (cantos, arenas y/o limos consolidados) que se destruyen con facilidad ante los factores climáticos (agua, lluvia, nieve) y la caliza que no se destruye tan fácilmente. Otra particularidad es la disposición de las rocas “cortadas” en dirección E-O y que se repite en todo el recorrido.(ver imágenes).
La somera explicación que he intentado acercar a uds., sin ser especialista, es para poder hacer ver la potencialidad que tenemos y que en cualquier otro entorno natural, o no, (los humedales, las selvas, las grandes ruinas históricas) son motivo de oportunidades turísticas internacionales y por tanto de generar recursos. Creo que nuestras autoridades están haciendo un trabajo permanente, pero se necesita una mayor fuerza divulgativa, y ver esta zona como una de las industrias más importantes de España: la turística, que está permitiendo una salida.
El estar dentro de la Reserva ofrece una calidad medioambiental que no está reñida con el progreso. Creo que es la nueva oferta que debe surgir, y de hecho hay destinos en otros lugares del planeta que así lo promocionan. Y no olvidemos que lo tenemos cotidianamente entre nosotros.