Una de las tareas del urbanismo es el estudio de las costumbres, normas y necesidades de las ciudades y sus habitantes, incorpora además los elementos técnicos, políticos, económicos, sociales y ambientales que definen un proyecto de ciudad. Y en respuesta a ello seguiré analizando algunas de las pautas utilizadas en la transformación en el área de Weimar, que se corresponde con laboratorio: investigación y desarrollo.
Esta renovación que se prolongará hasta 2013, fue abierta a los residentes el 15 de septiembre de 2010, una vez finalizada la primera reforma de edificios, que datan de 1930. El acuerdo formado por IBA y la empresa SAGA GWG, decidió la acción sobre 30 edificios residenciales con 823 departamentos, la mayoría de dos dormitorios, con una superficie media de 45 m². (ver planos). El mayor requerimiento de las familias fue la de generar la compartimentación para que cada hijo tuviera su habitación, por mínima que fuera.
Se dotó a las viviendas en planta baja, de una zona para almacenamiento, o para desarrollar pequeñas actividades comerciales, que originan la relación social, otro de los reclamos de los residentes. Se mejoró el acceso a las viviendas y el eje peatonal que une ambas bandas de edificios existentes (ver plano)
Se ha realizado actuación sobre una plaza, con participación de todos los usuarios residentes, y un pabellón central multi-funcional.
Pocos recuerdan la situación anterior, cuando el lugar era más pequeño, con menos áreas verdes, más estacionamientos y sin lugares para el encuentro.
Como es el proceso de participación? Se realizaron consultas sobre las fallas fundamentales que encontraban los residentes, previa organización y estudio. Era imperante la necesidad de rehabilitación, por tanto se desarrolló un concurso de diseño urbano. El equipo ganador fue el que mejor solucionó los elementos característicos del espacio urbano y los edificios existentes, respondió a las necesidades especiales de los residentes, que reúne como sabemos (detallado en el artículo Laboratorio: investigación y desarrollo) a más de 30 nacionalidades. La planificación e implementación, la realizaron los equipos del IBA Hamburgo y la Saga GWG .
El número de hogares sigue siendo aproximadamente igual, pero renovado y adaptado a las exigencias resultantes del concurso-intervención. Se mantuvieron los lugares de reunión familiar, se potenciaron, y se realizó la separación de las diferentes áreas de las viviendas de manera flexible.(ver imágenes). El alquiler se mantuvo en niveles bajos, en los residentes permanentes, y con pequeñas modificaciones en los alquileres temporales. Se logró un gran ahorro en la calefacción mediante la mejora de aislamientos, y la inclusión de los edificios como casa pasiva.
Se han realizado análisis de resultados entre los equipos de IBA y los residentes participantes en el proceso para determinar si el resultado ha cumplido con los objetivos previstos, y estas conclusiones se exponen públicamente para involucrar a todos los sectores.
A partir del 2013 se comenzará a producir energía renovable para generar calor y electricidad en toda la zona intervenida y reformada. Esto se hace en un búnker antiaéreo (construcción de hierro y hormigón, existente desde la guerra, para protegerse de los bombardeos) ubicado en el centro de Hamburgo, y dentro de esta zona de Weimar en donde se realiza esta intervención, será el “búnker de la energía” (el proceso de rehabilitación está en curso). Esta obra posibilitará una reducción de 300 a 9 kilovatios hora por metro cuadrado, al año, y cero emisión de CO2.
Por último, debemos conocer que además de las zonas verdes, centrales, de esta renovación urbana, (ver plano) se han dejado otras que cada residente configura de acuerdo a sus ideas de espacio exterior. Así resultan juegos de niños, grupos de gimnasia, de conversación, o plantaciones especiales que bien podrían ser huertas o frutales.
La participación directa es muy importante porque si analizamos, los que viven allí son los primeros en recibir los beneficios del buen uso de estos espacios.
Ahora relacionemos estos procesos con nuestra intención: recuperar las zonas “fantasmas” de nuestros pueblos. En principio tenemos que considerar que no tenemos población, por tanto en la planificación inicial, donde a mi juicio es fundamental la opinión del residente, tenemos el primer obstáculo. Pero bien podemos realizar la consulta a los demás residentes del pueblo. Hay algunos que cuentan con una pirámide poblacional todavía equilibrada o al menos con capacidad de trabajo.
Por tanto creo que en nuestro caso deberíamos comenzar por ahí. Estos estudios, urbanísticos, como el de IBA, nos sirven para demostrar que si lo planificamos en el tiempo, puede llegar a realizarse una adecuación, urbanística y poblacional, y comenzar el camino de la repoblación, que tanto nos está afectando. Todo acompañado como siempre por un equipo, donde estén presentes los agentes interesados, llámese residentes, políticos, técnicos y porqué no alguna consulta regional.
En estos días se cumple el primer año de una experiencia para atraer población a Castelnou, en la provincia de Teruel, y ha sido uno de los esfuerzos, creo, que ha conseguido al menos parte de los objetivos. Como siempre las ideas están, en España, o en la Unión Europea. Se realizan, se concretan y se sigue avanzando, sólo tenemos que aprender y aprehender, todas estas iniciativas. Y además veamos algunas iniciativas que en menor escala están sucediendo en nuestra comunidad.
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[…] En una de mis notas sobre IBA HAMBURGO, ( a mi entender un vivero de investigación y desarrollo concreto y eficaz) comentaba sobre la capacidad de modificación de estructuras de la guerra, hablaba en este link y éste link. […]